Sin embargo, no solo no conseguí el objetivo sino, que me volví de Pacheco con el tendón de aquiles tocado. Ya la cosa se torció cuando me pasé la salida en coche, lo que me hizo llegar con cierto estres a la recogida del dorsal. El calentamiento fue perfecto, incluso más largo de lo habitual, acabando con unos progresivos, pero fue al poco de arrancar cuando noté un bocado en el aquiles. Aguanté bien pensando que aquello se relajaría, pero llegado el km 15 (donde llevaba buen ritmo, cercano a 4:01) y viendo lo que me esperaba hasta el final levanté el pie hasta el final, dejando la marca en 1:36. Quizá lo ideal hubiera sido abandonar, o al menos parar para ver el alcance de la molestia, pero bueno, de estas cosas se aprende.
Clasificación y reportaje (asuspuestos.com)
