Los nervios me jugaron una mala pasada el pasado 11 de Junio. Estaba tan inquieto que me planté en boxes dos horas y media antes del comienzo de la prueba, bajo un intenso sol, lo que me produjo un amago de insolación, y todo sin darme cuenta. Tampoco ingerí ninguna bebida isotónica, al contrario, me tomé un café. La prueba me salió bastante mal. En la segunda vuelta del primer segmento ya iba completamente derrotado y me hundí al ver el que tiempo al entrar en boxes era de 10' y algunos segundos. En el agua directamente no iba, me pesaban los brazos (tampoco calenté en el agua, algo que solía hacer hasta ahora). Las transiciones creo que las hice bastante rápidas, pues memoricé fila y columna de mi cajón (aún lo recuerdo perfectamente). Al arrancar el tercer segmento me recorrió un escalofrío y me llené de sudor. En los metros finales pude recuperarme y, gracias a Julio, que me adelantó (como muestra la foto), arañe unos segundos al cronómetro, mejorando mi posición respecto al año pasado. Al día siguiente estaba hecho polvo anímicamente y con dos kilos de peso menos. Espero haber aprendido la lección de la ansiedad y la hidratación.
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